- Tadej Pogacar se quedó con la defensa del título mundo en el campeonato de ciclismo en Ruanda 2025
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Con un feroz ataque demoledor a 104 kilómetros de meta, esloveno volvió a demostrar su condición de gran dominador del título del mundo.
Tadej Pogacar se llevó en Kigali una victoria indiscutible, El esloveno repite y mejora lo imposible al defender el arcoíris en el campeonato de ruta del mundial de ciclismo en una cabalgada en solitario más larga de la historia.
Para los expertos, esta es la victoria más memorable de los Mundiales desde Adorni en 1968, en una carrera lluviosa y sin pinganillos, el corredor que hace una semana veía como Evenepoel dominaba la contrarreloj, hoy le devolvio la hazaña y se quedó con el arcoíris.
Tadej Pogacar, demostró que es el rey de esta época ciclista revalidando su segunda corona del mundo en línea en un recorrido de 267,5 kilómetros en Ruanda, la escapada de este que ya es leyenda de este deporte fue de más 100 kilómetros en solitario.
Aquella fue una huida de sublevación calculada, Pogacar obligó al reloj a andar a su paso, las rampas adoquinadas se convirtió en un completo martirio para sus rivales que intentaban darle alcance, finalmente Evenepoel fue el heredero de la plata.
Tadej Pogacar se quedó con la defensa del título mundo en el campeonato de ciclismo en Ruanda 2025
El corredor esloveno terminó la carrera con un tiempo de seis horas, 21 minutos y veinte segundos, sacándole una ventaja de 1 minuto y 28 segundos sobre su gran rival, el belga Remco Evenepoel, quien buscaba el doblete, pero se le convirtió en pesadilla.

El bronce fue para Healy, Remco Evenepoel se vio afectado por una avería que le hizo el día más difícil y frustrante, no obstante seguía remando hasta que llegó el punto en el que el belga simplemente siguió su propia idea con lo mantenía en carrera por que ya no seguía a un dominante Pogacar.
Finalmente, Pogacar cruzó la meta y la camiseta arcoíris dejó de ser una prenda y se convirtió en un fenómeno que solo la visten aquellos que rompen todos los mitos y récord, el esloveno levanto los brazos como quien certifica una verdad que ya brotaba en el aire.
La victoria del corredor esloveno más que grande, fue categórica y memorable, y se queda con la idea de que lo inevitable puede ser simplemente hermoso.
Remco Evenepoel, cruzó la meta como dueño de la plata con la dignidad quizás pesada por los días heroicos que pudieron ser en Kigali, el público volcado en las calles de la capital de Raunda le aplaudió como se aplaude a los gorreros, esos que aun heridos, no escogen la más fácil si no que luchan hasta llegar a la meta.
Lo demás es historia se convirtió en una cronología de rostros encendidos por la lucha de una victoria.

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